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En esta tercera entrega de la serie Superservidores, continuamos el proceso de compra del servidor profesional que comenzamos en videos anteriores. Si te interesa construir un servidor fiable, eficiente y adecuado para una empresa o un entorno doméstico avanzado, este artículo es para ti. Hoy, revisaremos puntos clave relacionados con componentes esenciales y detallaré precios aproximados para ayudarte a tomar decisiones informadas.

La fiabilidad en servidores no es negociable cuando se manejan sistemas críticos. Si buscas optimizar costos sin comprometer calidad, aquí encontrarás recomendaciones claras y prácticas.

Qué es un servidor profesional y sus ventajas

Los servidores profesionales, como los HP ProLiant usados en este ejemplo, están diseñados para ofrecer un rendimiento elevado, durabilidad y escalabilidad. A diferencia de los servidores comunes, tienen características avanzadas como memorias RAM con corrección de errores (ECC), fuentes de alimentación redundantes y opciones de almacenamiento avanzadas como discos SSD y RAID por hardware.

Contar con un servidor robusto permite manejar múltiples tareas críticas, desde la gestión de redes hasta la virtualización de máquinas. Esto es esencial no solo para empresas, sino también para quienes manejan proyectos personales o domésticos avanzados como la domótica.

¿Por qué es imprescindible construirlo correctamente?

Un servidor mal configurado puede ser un dolor de cabeza. Imagina perder datos por un disco duro fallado o enfrentar largos tiempos de inactividad por no contar con fuentes de alimentación redundantes. A la larga, lo barato puede salir caro.

La clave para evitar problemas es invertir en piezas críticas como procesadores, RAM, discos y fuentes redundantes. Esto asegura que tu servidor pueda operar incluso en condiciones adversas.

Resumen de componentes elegidos hasta ahora

En los pasos anteriores, seleccionamos piezas esenciales para nuestro servidor profesional. Aquí un resumen:

  • Chasis y formato: El diseño elegido asegura buena ventilación y fácil acceso a componentes.
  • RAM: Optamos por memoria profesional con corrección de errores, fundamental para tareas críticas.
  • Procesadores: Elegimos dos, para maximizar rendimiento y contar con redundancia.
  • Discos duros: Combinamos discos SSD de 2,5” para velocidad y discos mecánicos de 3,5” para almacenamiento masivo.
  • RAID por hardware: Para protección de datos mediante redundancia.
  • Cajas para discos duros: Facilitan la organización y el mantenimiento.

En este punto, nos detenemos para decidir la conectividad y otros detalles clave.

Conectividad: Tarjetas de red y adaptadores

Un servidor moderno requiere conectividad avanzada. Partimos con cuatro tarjetas de red de 1Gb integradas, pero para mayor velocidad se recomienda actualizar a tarjetas de 10Gb.

¿Fibra óptica o cable de cobre?

Las tarjetas de fibra óptica ofrecen mayor velocidad y estabilidad, ideales para entornos muy exigentes. Sin embargo, las de cobre son más económicas y versátiles. Por ejemplo, una tarjeta de doble puerto de 10Gb en cobre cuesta unos 40€, mientras que las de fibra suelen ser más caras. Además, si tu red actual funciona con 1Gb, las tarjetas de cobre se integran fácilmente, mientras que la fibra requiere infraestructura adicional.

Adaptadores para discos SSD

Cuando mezclamos diferentes tipos de discos, como SSD de 2,5” y mecánicos de 3,5”, es necesario usar adaptadores. Un adaptador barato cuesta entre 2 y 3€, lo que es una inversión pequeña pero necesaria para aprovechar al máximo el espacio del servidor.

Railes para racking: ¿Los necesitas?

Si planeas instalar tu servidor en un rack, los railes son indispensables. Hay dos tipos clave:

  1. Railes de extensión completa (quick): Permiten extraer el servidor completamente, facilitando el mantenimiento. Suelen ser más cómodos y eficientes.
  2. Railes de extensión parcial (fixed): Limitan el deslizamiento, lo que complica tareas de mantenimiento.

Por comodidad, se recomienda siempre optar por railes de extensión completa. En proveedores como Give1Life, los railes cuestan unos 70€.

Alternativas caseras

Si no tienes un rack, puedes imprimir soportes 3D para colocar el servidor en vertical o plano. Aunque son opciones económicas, no cuentan con la robustez ni las funcionalidades avanzadas de los accesorios HP, como sensores y LEDs integrados.

Fuentes de alimentación: El corazón del servidor

La elección de la fuente de alimentación es crucial. Dependiendo de la configuración, un servidor puede consumir hasta 460W o más. Por ello, se recomienda usar fuentes de 750W para seguridad adicional. Además, contar con fuentes redundantes garantiza continuidad en caso de falla.

Una fuente de alta capacidad en Give1Life cuesta alrededor de 23€, mientras que las de menor potencia rondan los 15€. La diferencia de precio es mínima comparada con los beneficios.

Memoria RAM y almacenamiento: ¿Cuánto es suficiente?

RAM

Aunque inicialmente usamos 128GB de RAM, es posible reducirla a 64GB para ahorrar costos y ampliarla más adelante si es necesario. Lo importante es que sea RAM ECC, que corrige errores automáticamente, indispensable en entornos críticos.

Discos duros

Combinar SSD y discos mecánicos es una estrategia equilibrada. Los SSD proporcionan velocidad, ideales para sistemas operativos y aplicaciones, mientras que los mecánicos ofrecen almacenamiento masivo para datos no críticos.

Caddies

Las caddies (bandejas para discos) pueden encarecer un poco el presupuesto. Cada unidad cuesta unos 12,95€, y si necesitas varias, el gasto puede superar los 100€. Para reducir costos aquí, considera buscar alternativas en Aliexpress o eBay.

Configuración final y costos aproximados

Tras ajustar la configuración según nuestras necesidades y presupuesto, los costos quedan así:

  • Servidor con discos de 3,5”: 800€.
  • Servidor con discos de 2,5”: 700€.

Para quienes buscan gastar menos, se pueden prescindir de algunos componentes como caddies, discos adicionales o RAM extra. Esto podría reducir el precio a unos 600€. Por otro lado, una configuración completamente equipada puede superar los 1000€.

Ejemplo de errores al ahorrar demasiado

Un caso real destaca la importancia de no escatimar en servidores. Un conocido invirtió en domótica para su casa valorada en cientos de miles de euros, pero usó un servidor barato de solo 95€. La falta de redundancia en fuentes de alimentación y discos lo dejó completamente sin sistema cuando el servidor falló.

Este ejemplo muestra cómo ahorrar en el servidor puede generar problemas y costos mucho mayores a largo plazo.

Comunidad y soporte para configuraciones personalizadas

Si tienes dudas o necesitas recomendaciones más específicas, te invitamos a unirte a nuestra comunidad de Telegram. Allí encontrarás debates útiles y la experiencia de otros usuarios sobre cómo montar y optimizar servidores.

Además, recuerda suscribirte al canal de YouTube para ver el proceso de configuración del servidor y futuros tutoriales.

Conclusión

Un servidor profesional bien configurado no solo ofrece rendimiento, sino también fiabilidad. Invertir en componentes clave como fuentes redundantes, RAM ECC y una buena tarjeta de red asegura que tu sistema funcione sin interrupciones.

Evalúa tus necesidades, ajusta tu presupuesto y construye un servidor que te ofrezca estabilidad a largo plazo. La próxima entrega cubrirá el montaje del servidor y cómo optimizar su rendimiento desde el primer día. ¡No te lo pierdas!

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