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Recibir un superservidor en casa es toda una experiencia, sobre todo cuando hablamos de un equipo profesional como el HPE Proliant DL 380 de octava generación. En este artículo veremos cómo llega el servidor, qué componentes trae, cómo está ensamblado por dentro y qué detalles hay que tener en cuenta sobre su configuración y puesta en marcha.

Este modelo cuenta con prestaciones de alta gama, orientado a entornos empresariales o laboratorios avanzados en casa. Con una memoria RAM de 256 GB, fuentes de alimentación redundantes, y soporte para discos SAS y SSD, es un equipo pensado para durar y rendir al máximo. Pero antes de que arranque y veamos qué puede hacer, te invito a conocerlo desde el principio: desde la caja y el embalaje hasta el primer encendido.

Recepción y presentación del superservidor HPE Enterprise

El servidor llega en una caja grande y pesada, no es un paquete cualquiera. El peso indica la robustez que tiene este tipo de equipos profesionales. En esta ocasión, el pedido tardó una semana en llegar y venía perfectamente protegido con esquineras que lo elevan del suelo, facilitando la manipulación y evitando golpes directos.

Dentro del paquete también se incluyen unas guías de rail para rack, material bastante útil si se planea instalar el servidor en un mueble o armario para servidores. Estas guías suman aproximadamente 70 € al costo total. En cuanto al precio, el equipo costó unos 880 € (IVA y transporte incluidos). La memoria RAM instalada es de 256 GB, aunque el autor considera que 128 GB podrían ser suficientes para muchos usos, lo que reduciría el precio final.

Es posible ajustar el presupuesto quitando las guías y dejando la RAM en 128 GB; de esta manera, el precio podría bajar a poco más de 500 €, manteniendo la funcionalidad básica del servidor. Si además se aportan discos duros que ya se tengan en casa, el ahorro sería aún mayor.

Desempaquetado y primeros detalles del hardware

Al sacar el Proliant DL 380 de la caja, la impresión es clara: pesa bastante y tiene una construcción sólida. Parte del trabajo para evitar daños durante el transporte lo hacen las esquineras que permiten manipularlo sin esfuerzo y sin tocar directamente el chasis.

Al abrir el servidor por la parte trasera, se puede ver la fuente de alimentación, aunque una de las patillas para extraerla venía rota. Esto no afecta su funcionamiento, ya que la pieza se puede reparar con una soldadora de plásticos. La ventaja es que la fuente es extraíble en caliente, facilitando el reemplazo o reparación sin apagar el servidor.

En la parte trasera también están los puertos: tres USB, un puerto VGA, conexión para la tarjeta de red iLO y dos puertos de red de 10 GB, estos últimos instalados en una tarjeta adicional. La presencia de estos puertos de alta velocidad es fundamental para entornos profesionales que requieren transferencia rápida y confiable.

Un detalle interesante es que el servidor no tiene sensor de apertura en la tapa, algo que muchos modelos profesionales sí incluyen para acelerar los ventiladores o realizar otras acciones de seguridad al abrirlo en caliente. Para el autor, esto es una ventaja, pues permite abrir el servidor mientras está encendido para revisarlo o manipularlo sin que los ventiladores se disparen y aumente el ruido.

Detalle interno: componentes y distribución del servidor

Al retirar la tapa, se aprecia la distribución interna del servidor y los componentes críticos. En uno de los laterales está la ranura para tarjeta SD, que algunos usan para instalar el sistema operativo de virtualización, como VMware o Proxmox. Sin embargo, el autor prefiere no usar tarjetas SD, sino montar discos duros en RAID para mayor fiabilidad, especialmente cuando hay almacenamiento externo compartido.

Junto a esta ranura está la pila, similar a la que se encuentra en ordenadores de escritorio, encargada de mantener ciertos parámetros del sistema cuando está apagado.

El servidor incluye ranuras PCI Express y PCI para expansión con tarjetas adicionales. Esto permite instalar tarjetas gráficas, controladoras adicionales para discos o adaptadores NVMe. Esto también hace que sea fácil cambiar la tarjeta de red base, que viene con cuatro puertos de 1 Gb, por una de dos puertos de 10 Gb, como la que instaló el autor.

Para quienes quieran mantener el servidor limpio y evitar la entrada de polvo, existen placas para cubrir estas ranuras PCI cuando no se usan. Estas placas se pueden comprar en tiendas online, como AliExpress, por un precio muy económico.

La controladora RAID elegida es la P420, que conecta los discos duros mediante unos cables azules típicos de HP. La batería de esta controladora es recargable y mantiene la configuración en caso de corte de energía. Si la batería falla, el servidor sigue funcionando con los discos que ya están configurados, pero no permite hacer cambios en el RAID hasta que se reemplaza la batería.

Internamente también hay conectores USB y SATA, que pueden usarse para sistemas operativos instalados en pendrives o discos internos. Aunque esta máquina tiene disipadores que cubren los dos procesadores Intel, es curioso observar cómo se debe instalar la RAM en un orden específico para distribuir la carga entre ambos procesadores.

Cada procesador gestiona una parte de la memoria, pero para las máquinas virtuales no hay problema para usar toda la RAM independientemente de tener dos sockets. La memoria ECC con la que cuenta protege contra errores, lo que mejora la estabilidad en entornos críticos.

El sistema de ventilación es un módulo compacto que se parece a un radiocasete por sus ventiladores alineados. Se puede extraer en caliente, y cuando se retira alguno, el servidor acelera automáticamente los ventiladores restantes para enfriar mejor. Si detecta que falta ventilación, puede apagarse para proteger el equipo.

Bahías de discos duros y montaje

El servidor soporta discos SAS y SATA de 2.5 pulgadas. Las bahías permiten colocar discos con una carcasa («cadi») que protege y facilita el montaje y reemplazo sin abrir el chasis.

El modelo seleccionado trae una bahía con capacidad para ocho discos. Existe la opción de otra bahía adicional para duplicar esta capacidad, pero eso implica un costo extra y un ligero cambio en la estructura.

Los discos que se han comprado incluyen cuatro HDD SAS de 900 GB con 10,000 revoluciones por minuto (10K RPM), que ofrecen velocidades próximas a las de un SSD, y cuatro discos SSD SAS de 1.6 TB, mucho más rápidos que los SATA convencionales.

Los discos 10K son mecánicos pero entregan una transferencia de datos similar a SSD tradicionales, ofreciendo un buen equilibrio entre rendimiento y capacidad. Los SSD SAS, aunque más caros, dan una velocidad de conexión superior a los SATA 3.

Todos los discos adquiridos vienen testados y certificados, con fecha de comprobación y sello de calidad de Give1life, lo que garantiza su buen funcionamiento.

El plan para la configuración RAID es crear dos grupos RAID 1 independientes: uno con los discos mecánicos y otro con los SSD, equilibrando seguridad y rendimiento para las distintas necesidades de almacenamiento.

Montar los discos en sus carcasas implica fijarlos con tornillos Torx, que requieren una herramienta especial pero común. Esto asegura que los discos queden firmes y bien conectados para evitar fallos por vibraciones o mal contacto.

Panel frontal y monitorización del estado del servidor

En la parte frontal el servidor tiene un panel con luces LED que indican el estado de diferentes sistemas: corriente eléctrica, estados de tarjetas de red, ventiladores, procesadores y memoria ECC.

Este panel incluye un botón UID que sirve para identificar fácilmente el servidor en un rack con muchos equipos. Al pulsarlo se enciende una luz azul tanto delante como detrás, facilitando su localización física.

La memoria ECC registra cualquier error y evita que la máquina se apague por fallos menores, lo que aporta estabilidad y continuidad en el servicio sin intervención inmediata.

Además de este panel, el servidor tiene una interfaz iLO para monitorización remota, fundamental cuando el equipo está instalado en ubicaciones alejadas o ruidosas, ya que permite revisar el estado y controlar funciones sin necesidad de acceso físico.

Guías de rail y gestión en armarios rack

Para quienes quieran colocar este superservidor en un rack, las guías de rail elegidas permiten fijar el equipo al mueble por delante y por detrás, sujetándolo con firmeza.

Estas guías permiten deslizar el servidor hacia afuera sin desconectar cables ni quitar tornillos, para facilitar tareas de mantenimiento o limpieza.

Un accesorio recomendado es el brazo recogecables, que organiza y maneja los cables de red y alimentación para que no se tensen ni enreden cuando el servidor se mueve, ayudando a mantener el orden y proteger las conexiones.

Se recomienda dejar cables de al menos 1 a 1.2 metros para facilitar esta maniobra de extracción, especialmente para cables Ethernet y de alimentación.

Si bien estas guías tienen un coste de unos 70 €, para un entorno profesional o de laboratorio en casa son una inversión que mejora la accesibilidad y la seguridad del hardware.

Montaje final, alimentación y primer encendido

Con los discos montados en las carcasas y colocados en las bahías, llega el momento de conectar las fuentes de alimentación. Este servidor tiene dos fuentes redundantes de 750 W cada una, que se deben conectar con cables que no se incluyen en el paquete y que hay que comprar aparte, por unos 2 a 3,5 € cada uno.

El autor recomendó pasar por una tienda cercana para adquirir estos cables, usualmente disponibles en bazares o tiendas de electrónica.

También se adquirieron cables de red categoría 6 FTP para conectar la tarjeta de red de 10 GB y la interfaz iLO, con longitudes de 3 metros para asegurar espacio y movilidad.

Al alimentar el servidor se encienden las luces indicadoras y los ventiladores comienzan a funcionar. Se comprobó el sistema de redundancia desconectando una de las fuentes y verificando que el equipo sigue operativo sin problemas con la otra fuente.

Este primer encendido sirve para asegurar que todo el hardware está en orden antes de proceder a la configuración del RAID y la instalación del sistema operativo de virtualización.

Recursos y comunidades recomendadas para usuarios de servidores

Para quienes quieran adentrarse en el mundo de los servidores o tengan dudas sobre configuración y mantenimiento, existe una comunidad activa en Telegram donde se comparten consejos, noticias y soporte técnico. Puedes unirte al grupo de Telegram dedicado a esta temática.

Además, en el foro SpyFly se encuentran artículos, fotos y tutoriales muy útiles, así como una sección de chollos con códigos de descuento para compras online, especialmente en AliExpress. Usar estos cupones puede ahorrar desde 5 hasta 40 € en cada compra, facilitando adquirir hardware y componentes con mejores precios.

Estos recursos son excelentes para estar al día y sacar el máximo provecho a un superservidor profesional.


Un superservidor es una inversión y un compañero de trabajo que puede durar muchos años si se cuida. Conocer cada pieza, cómo se alimenta, cómo se enfría y cómo se protege es fundamental para mantenerlo en óptimas condiciones. Espero que esta guía detallada te haya ayudado a entender lo que hay dentro de un HPE Proliant DL 380 y qué esperar desde el momento en que llega hasta que está listo para funcionar.

Para más contenido sobre servidores, tecnología y consejos de hardware, no olvides visitar las comunidades y recursos recomendados.

Gracias por la lectura y hasta la próxima.

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